La Comisión Municipal de Urbanismo aprobó el martes anterior el Plan Urbano de Cuenca, herramienta que permite conocer el uso y ocupación que se le debe dar al suelo en el cantón. Sin embargo, se requiere que está sea aprobada como una ordenanza por el Concejo Cantonal para poder aplicarlo.
Norma Illares, concejal y miembro de la Comisión de Urbanismo, explica que el Plan debe debatirse en dos instancias. La primera ya se efectuó el 2 de febrero pasado, cuando ya se realizaron varias observaciones.
Previo a que ingrese al seno del Concejo Cantonal, la Comisión debe incorporar las observaciones. Además, se debe preparar el documento de la ordenanza que aún no inicia, según la edil.
Pablo Cordero, presidente del Colegio de Arquitectos del Azuay, aclara que en la reunión de la Comisión de Urbanismo se trataron nueve puntos, de los cuales ocho fueron aprobados. El punto nueve no se dio trámite por que trata sobre la ordenanza de uso y ocupación de suelo.
El dirigente gremial señala que en la primera sesión del Concejo, el 2 de febrero anterior, se determinó que se elabore la ordenanza que sanciona el uso y ocupación del suelo y que se dicten las determinantes de los terrenos. “Este documento aún no está listo por parte del equipo técnico de Planificación del Municipio y por esto no se ha tratado en el Concejo Cantonal”.
Beneficios
Cordero señala que el Plan de Ordenamiento Urbano es una herramienta necesaria para la ciudad y para los gremios de arquitectos, así como para las Cámaras de la Construcción, Colegio de Arquitectos y Colegio de Ingenieros Civiles.
De parte de los gremios hay un apoyo al Plan y por esto han presentado sus observaciones al documento y han sido aceptadas por la Municipalidad y se han hecho las modificaciones.
Los profesionales esperan que se cree la ordenanza que da las determinantes para la ocupación y el uso del suelo.
El representante de los arquitectos considera que el plan es positivo porque la ciudad crece “a pasos agigantados” y el plan actual ya es caduco.
Norma Illares, concejal, detalla que el plan define la implementación de equipamientos mayores en la urbe, la economía popular y solidaria, la ubicación del aeropuerto, la zona de tolerancia, suelo industrial, así como los espacios relacionados a temas culturales, artísticos, patrimoniales y turísticos.
En el tema del aeropuerto se analizó buscar otro espacio, pero las condiciones climáticas “no permiten que se pueda implementar un aeropuerto nuevo” y se estudiaron los costos y competitividad.
Se requieren estudios de tipo ambiental que tardarían cerca de 5 años, a más de estudios aeronáuticos. El monto de los estudios bordearía el medio millón de dólares.
Otro tema es la zona de tolerancia para la cual se propone delimitar un polígono de 2,26 hectáreas. Si bien hay acuerdos con la población del sector, Illares considera que la zona debe reubicarse.
FUENTE: DIARIO EL MERCURIO