Plantas y árboles ancestrales que se conservan en Azuay

 

 

En este contexto y tomando de punto de partida, únicamente el apartado de la etnohistoria de las plantas nativas, traeremos a colación una serie de especies que es común encontrarnos en espacios públicos y privados.
La investigación reseña datos históricos de cronistas del siglo XVI que han hecho referencia en sus escritos sobre la botánica existente en las zonas que fueron colonizadas.
Por ejemplo, nombra al aguacate y cita a Garcilaso de la Vega, quien, en 1604, se refiere este producto de la siguiente forma: “Inca Yupanqui fue a la provincia Cañari y de camino conquistó la que hay antes, que llaman Palta, de donde llevaron al Cuzco o a sus valles calientes la fruta sabrosa ”.

Este cronista continúa su descripción explicando que “la fruta que los españoles llaman peras. Por parecerse a las peras en el color verde y en el talle, llaman los indios palta; por que de una provincia de ese nombre se comunicó a las demás. Son dos o tres veces mayores que las peras grandes de España; (…)”

Este tipo de reseña histórica es la base que muchos investigadores toman para sustentar la existencia de este producto y otros más en épocas prehispánicas.
El apartado de etnohistoria de Espinoza cita a las siguientes especies: aguacate, aliso, ají, cañaro, cascarilla, capulí, cedro, chilca o altamizo, guaba o pacay, gullán, granadilla, lugma, molle, nogal-tocte, peleusio, quishuar, penco negro, pepino, sauce y raicilla.

Especies
Una de las descripciones que hace esta investigación es sobre el ají, a la que se le atribuye su consumo desde la época precolombina. “La existencia de piedras de moler, hacen suponer que allí se molía abundante ají”, explicá la investigación de Espinoza.
En quichua se le conoce como ‘uchu’. Dentro de la investigación se indica que Ayar Uchu, era uno de los hermanos fundadores mitológicos del Cusco, quien se transformó en roca, dando lugar a la formación del famoso Huanacauri.
Espinoza sugiere que, con este contexto histórico, algunas toponimias pueden sugerir que estos lugares eran sitios productores de ají, como Uchupata o Perezpata en Cuenca y Uchucay en Yunguilla y Paute.
“Según, el naturalista español, Jiménez de la Espada, Huynacapac y Atahualpa recibían como tributo de los indígenas de Paute, en la zona de los cañari, el ají”, se lee en el estudio.

FUENTE: DIARIO EL TIEMPO

Los comentarios están cerrados.