Caicedo, durante su intervención, indicó que la eucaristía celebrada es un signo de alegría y acción de gracias al culminar el mes de la peregrinación de fe y la intersección en nuestra ciudad de este santo tan querido por América Latina.
Compromiso
“Con este periodo hemos tenido un modelo de beato que nos ha llamado a recordar nuestro compromiso de la evangelización y el anuncio de la buena nueva”, agregó.
Patricia Pulla, integrante del grupo de colaboradores de la Catedral, indicó que la llegada de las reliquias de este beato “nos ha llegado espiritualmente, ha sido un llamado a nuestro corazón para vivir por la esperanza, la caridad y la defensa de la fe”.
Para Martha Naula, la venida de las reliquias es una bendición para la ciudad, “durante un mes contamos con la presencia en espíritu de Monseñor Romero por lo que nos animó a fortalecer nuestra fe”.
Antecedentes
La primera semana de octubre llegó a la ciudad las reliquias del sacerdote Óscar Arnulfo Romero, más conocido como monseñor Romero, quien falleció el 24 de marzo de 1980 en El Salvador.
Estas eran la casulla y la estola que el sacerdote usaba durante las liturgias.
Estas reliquias por primera vez salieron de El Salvador como parte de la peregrinación en homenaje a los 100 años de su nacimiento.
FUENTE: DIARIO EL TIEMPO
